Los reiterados, contundentes y públicos intentos del presidente de la Comisión Islámica de España (CIE), Mounir Benjelloun Andaloussi, por negar cualquier vinculación o relación con el movimiento radical marroquí ‘Justicia y Caridad’, acaban de recibir un duro golpe. Asestado además por su propia mano. Un golpe que no va a contribuir a dar consistencia a su discurso antirradical y que, antes al contrario, amenaza con reavivar viejos interrogantes.
Benjelloun, nacido en Casablanca (Marruecos), pero afincado en Murcia desde hace más de dos décadas, ha ido ascendiendo de manera imparable en los últimos años en la representación de la comunidad musulmana en España, primero a través de la Federación Islámica de la Región de Murcia (FIRMM), que impulsó desde su constitución en 2006, y ahora, desde el pasado noviembre, como máximo responsable de la CIE. Una institución que se atribuye la representación de los aproximadamente dos millones de musulmanes asentados en España.
Como no podía ser de otra forma, ese ascenso meteórico le llevó a despertar la atención en algunas estructuras del Estado español, interesadas en conocer no solo quién era Benjelloun, sino, fundamentalmente, quiénes podían encontrarse tras la figura de este economista marroquí.
Primeras sospechas
Los primeros problemas, que le obligaron a su vez a ofrecer las primeras explicaciones sobre su vinculación o no con grupos integristas, comenzaron a surgir cuando se situó como vicepresidente y portavoz de la FIRMM, y desde algunos ámbitos -entre ellos, las mezquitas más vinculadas al Gobierno marroquí- se empezó a relacionar a esta nueva federación con el grupo radical marroquí ‘Justicia y Caridad’ (también traducido como ‘Justicia y Espiritualidad’).
Aunque tanto Benjelloun como el presidente de FIRMM, Mbarek Demouche, negaron en reiteradas ocasiones cualquier relación con ese movimiento, algunas circunstancias no ayudaron a dotar de mayor credibilidad a sus palabras. A modo de ejemplo, el hecho de que el ‘número dos’ de ‘Justicia y Caridad’, Mohamed Abbadi, fuera invitado por la Comunidad Islámica Assalam, fundadora de AFIRMM, a dar una conferencia en una mezquita del barrio del Carmen de Murcia. Tampoco contribuyó a restar dudas que el citado Abbadi fuera el suegro del líder religioso de la FIRMM, Said Mehdi, a la vez imán de Cartagena.
Informe de Justicia
Los mayores contratiempos para Benjelloum llegaron, pese a todo, cuando solicitó la nacionalidad española y el Ministerio de Justicia emitió un informe poniéndole pegas, con el argumento de que estaba supuestamente vinculado a movimientos que desarrollaban «actividades irregulares o radicalizadas» en España.
En 2010, sin embargo, el Estado en manos socialistas por aquel entonces acabó concediendo la nacionalidad al ahora líder de la CIE, quien ha seguido negando con la mayor contundencia cualquier vinculación con ‘Justicia y Caridad’ y ofreciendo un discurso muy moderado, abierto y totalmente alejado de cualquier incitación a la violencia.
Muy recientemente, el pasado noviembre, con motivo de una entrevista para el diario ‘La Verdad’, volvió a insistir en desvincularse del movimiento islámico radical. «Si defiendo que no debe servir para España un modelo importado de otro país, muchísimo menos una ideología o corriente. No he pertenecido a ninguna corriente, y en realidad ese movimiento ni siquiera existe en España. Eso se dijo para que la Federación Islámica de la Región no saliese adelante», respondió a una pregunta sobre las imputaciones que se le hacían.
«Desde que estoy en España, en absoluto mis actividades han sido radicales», aseguró igualmente.
No había transcurrido un mes desde esas declaraciones cuando la muerte en Marruecos del fundador y máximo dirigente de ‘Justicia y Caridad’, Abdesalam Yassin, impulsó al presidente de la CIE a pronunciarse de nuevo públicamente. En una ‘carta de condolencias’, que Benjelloun hizo publicar en internet, calificaba al fallecido como «sabio de esta Umma» y expresaba su pésame «a la orbe musulmana y a la humanidad en general, en la pérdida de un hombre que no se asemeja al resto de los hombres, por sus acciones buenas, cuyo beneficio repercute y repercutirá sobre toda la humanidad».
Acababa la carta llamándole «querido ausente y gran amado» y «rogando del Altísimo que nos inspire a todos paciencia y consuelo».
El mensaje de Benjelloun fue publicado en la página web de Rachid Boutarbouch, considerado el líder de ‘Justicia y Caridad’ en España y que ha llegado a defender públicamente la vigencia de las leyes islámicas frente a las occidentales.
Las muestras de condolencia del máximo representante de los musulmanes en España no se quedaron en ese escrito, informa La Verdad de Murcia, ya que viajó a Marruecos, junto a otros dirigentes de la CIE, para participar en los funerales de Abdesalam Yassin.
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