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MATEO MATHAUS: THE WORLD NOW

GRECIA: ZPODEMOS SYRIZA HINCÓ LA RODILLA...RECORTARÁ, SUBIRÁ IVA, NO HARÁ GASTO SOCIAL..

Economía y finanzas - 25.02.2015

Y Varoufakis hincó la rodilla: tocará las pensiones, subirá el IVA y no hará gasto social

El Ejecutivo de Syriza cede en todas sus líneas rojas. Aunque en términos un tanto vagos, admite una reforma laboral, tocar el IVA, ajustar pensiones, no aumentar el gasto en funcionarios, revisar el gasto sanitario y no incrementar el gasto social.

 

El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis

El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis - Foto EP

Varoufakis tuvo que hincar la rodilla ante la evidencia cual Leónidas tras la batalla. Con algún que otro retraso, Grecia presentó sus propuestas de reforma a la Troika y elEurogrupo. Y a pesar de una cierta vaguedad en el texto, el documento de seis páginas revela la claudicación de los griegos. La carta firmada por el polémico ministro de Finanzas heleno cede en tres materias consideradas hasta ahora líneas rojas por el Ejecutivo de Syriza.

En primer lugar, admite que se han de modificar las pensiones para que las prestaciones se ajusten a lo contribuido. O lo que es lo mismo, una reforma de las pensiones en toda regla. Eso de hacer que lo recibido se corresponda con lo pagado es un eufemismo clásico para decir que hay que recortar las pensiones.

Segunda línea roja atravesada: el IVA. La misiva de Varoufakis reconoce que hay que eliminar exenciones y mejorar el diseño de los tipos del IVA para que recauden más. O sea, en cristiano otra alza tributaria.

Y tercero, a pesar de la insistencia de Syriza de contar con un poco de margen presupuestario para ampliar el gasto social o humanitario, el documento recoge que cualquier incremento de este capítulo no deberá tener impacto fiscal. Esto es, nada de aumentar el gasto para eso. Por si fuera poco, el Ejecutivo heleno ha de revisar todas las áreas de gasto público, incluidos los desembolsos del sistema sanitario y de las prestaciones sociales. 

En cuanto a los empleados públicos, no habrá recortes de salarios pero se asegurará que el gasto total por este concepto no sube, algo que en España se ha hecho a fuerza de no reponer a los funcionarios que se jubilan. Así que eso de readmitir funcionarios despedidos no va a estar fácil.

Grecia también permitirá que avancen las privatizaciones en marcha a pesar de su resistencia inicial a estos proyectos. Ahí el dilema era sencillo. O procedía con las ventas o tenía que conseguir los ingresos de otra parte.

Entre el mandato de sus votantes y las exigencias de sus acreedores, el Gobierno griego ha escogido lógicamente las segundas. No tenía otra opción si quiere seguir pagando pensiones, salarios y proveedores

Después de que varios países recriminasen a Atenas que mantenía un salario mínimo muchísimo más alto con una productividad más baja, el Ejecutivo griego ha desistido por ahora de su intención de subirlo, si bien ha prometido revisarlo en el futuro y de acuerdo con la Troika. En cualquier caso, el documento sostiene que se tomarán medidas para que la legislación laboral se adapte a las mejores prácticas establecidas por la OCDE y la OIT. Digamos que, más o menos, esto es lo que viene siendo otra reforma laboral.

El plan contra los desahucios también queda aparcado tal y como estaba anunciado. Se habla en su lugar de colaborar con las instituciones y la banca para evitar que haya subastas de la vivienda principal por debajo de un cierto umbral de ingresos.

Todas estas reformas han tenido el visto bueno de la Troika y el Eurogrupo. Ya sólo queda el de los parlamentos, entre ellos el Bundestag. No obstante, tanto el FMI como el BCEalertaban en sus respectivas misivas de que faltaba una cierta concreción. Draghi señalaba que las propuestas distaban un poco del programa de rescate y que, por lo tanto, deberían ceñirse más a éste. Y Lagarde incidía en que la carta de los griegos no ofrecía los compromisos suficientes con las principales medidas que se deberían adoptar. Unos comentarios a los que bien podrían aferrarse algunos parlamentarios alemanes para apretar un poco las tuercas a Merkel con el rescate de Atenas.

A pesar de los clamorosos renuncios, desde la quita de la deuda a la reforma laboral, el Gabinete de Tsipras ha centrado el foco en que han parado algunos recortes proyectados por el anterior gobierno, repartirán mejor el esfuerzo fiscal y combatirán el fraude y la corrupción. Insiste además en que ha conseguido cambiar la relación con los acreedores y en que ha arrancado un diseño de las reformas menos lesivo para el crecimiento.

Sin embargo, en Atenas se antoja evidente que esto no es así y que la Troika todavía manda. Entre el mandato de sus votantes y las exigencias de sus acreedores, el Gobierno griego ha escogido lógicamente las segundas. No tenía otra opción si quiere seguir pagando pensiones, salarios y proveedores. El problema de Grecia es había sido expulsada de los mercados, y no podía arriesgarse a volver a esa situación. Una vez más, esta crisis demuestra que la soberanía nacional solo se puede retener en tanto en cuanto se mantienen políticas presupuestarias y macroeconómicas sólidas.

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