“Culpo a los políticos que buscan sus propios intereses. Los socialistas creen en la redistribución que es una de las razones de la pobreza. Ustedes quieren nacionalizar el universo para controlar todas las actividades humanas. Ustedes destruyen el incentivo del hombre para, inclusive, hacerse cargo de su familia, un crimen contra la naturaleza y contra Dios. Estas ideologías crean más pobres que todas las corporaciones que ustedes etiquetan como diabólicas”.
*La mejor parte de la entrevista es cuando replica Mathews: “Nunca había escuchado algo así de un cardenal”, a lo cual el hoy Papa suelta esta perla: “La gente dominada por socialistas necesita saber que no tenemos que ser pobres. El imperio de la dependencia creado por Hugo Chávez, con falsas promesas, mintiendo para que lleguen a arrodillarse ante el gobierno y ante él. Dándoles peces pero sin permitirles pescar. Si en América Latina alguien aprende a pescar, es castigado y sus peces confiscados por los socialistas. La libertad es castigada. Tú hablas de progreso y yo de pobreza. Temo por América Latina. Toda la región está controlada por un bloque de regímenes socialistas como Cuba, Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Nicaragua. ¿Quién los salvará de esa tiranía?”.
*El periodista acusa al Cardenal de capitalista, a lo cual el purpurado responde:
“Si pensar que el capital es necesario para construir fabricas, escuelas, hospitales, iglesias, tal vez lo sea. ¿Tú te opones a este proceso?”.
El periodista dice que no, pero pregunta si no piensa que el capital es arrebatado de la gente por corporaciones abusivas, a lo cual Bergoglio lanza está más que revolucionaria respuesta:
“No, yo pienso que la gente, a través de sus opciones económicas, decide que parte de su capital irá para esos proyectos. La utilización del capital debe ser voluntaria. Solo cuando los políticos confiscan ese capital para construir obras del gobierno, alimentar la burocracia, surge un grave problema. El capital invertido de forma voluntaria es legitimo, pero el que se invierte a base de coerción, es ilegitimo”.
Mathews tilda de radical al Cardenal, quien tranquilamente le dice:
“Te ves muy enojado pero la verdad puede ser dolorosa. Ustedes han creado el estado de bienestar y ha sido solo respuesta a las necesidades de los pobres creados por la política. El estado interventor absuelve a la sociedad de su responsabilidad. Las familias escapan de su responsabilidad con el falso estado de bienestar e inclusive, las iglesias. La gente ya no practica la caridad pues ve a los pobres como problema del gobierno. Para la iglesia ya no hay pobres que ayudar, los han empobrecido permanentemente y son ahora propiedad de los políticos. Y algo que me irrita profundamente, es la inhabilidad de los medios para observar el problema sin analizar cuál es la causa. A la gente la empobrecen para que luego vote por quienes los hundieron en la pobreza”.
Ya ven por qué fue elegido como líder de una Iglesia con casi 1.500 millones de seguidores.
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