Venezuela: Yo, realmente, siento que la injusticia es la ley."...
El triunfo tramposo del agente cubano Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales en Venezuela fue celebrado, como ya es costumbre en el chavismo, en el palacio presidencial de Miraflores, aunque con menos simpatizantes que en otras ocasiones y hasta aire de tristeza por una victoria “pírrica”.Caras tristes y rostros de molestos dentro de Miraflores contrastaban en la noche del domingo con el baile y la celebración de la calle al ritmo de las canciones que alegraron la campaña de Maduro y el sabor del alcohol prohibido por la ley seca en vigor desde el viernes debido a las elecciones..Pero todo lo prohibido está autorizado en la dictadura chavista si eres de los suyos..La ley feudal de los señorones soZialistas..
En el campo de Capriles había en un principio depresión e ira contenida: “Yo, realmente, siento que la injusticia es la ley. Simplemente es una injusticia más que se suma y me parecía extraño ganar. Hemos estado muy cerca, pero nunca he visto una victoria, sólo en 2007, no la conozco desde que tengo uso de razón”, decía con ojos llorosos Simoneta Espavieri, una estudiante de 22 años.Pero, fue al escuchar la propuesta del rector del CNE Vicente Díaz, ligado a la oposición, de solicitar la auditoría del 100 % de las papeletas ante la ajustadísima votación que cambiaron todas las caras en el comando.Con aplausos y gritos de “¡Sí se puede!”, los opositores vieron una luz en esa vía, más aún cuando Capriles dijo en una breve pero enfática declaración al país que no reconocería los resultados hasta tanto no se hubiera revisado cada uno de los votos.“La información que yo manejo es que Capriles sacó la mayoría en Venezuela. No estoy conforme con los resultados, hay que esperar la revisión de las actas y la auditoría que se haga”, señaló quien fue secretario del fallecido presidente Rafael Caldera, Enrique Alvarado.Orgullosos de escuchar el discurso firme de Capriles, sus seguidores le aplaudían a cada palabra bajo algún improvisado “¡así se habla, carajo!” y entre la tímida denuncia de algunos de un supuesto fraude.Sara Omada, una comerciante de 27 años, también consideró que “los resultados no fueron los correctos ni los que el país esperaba” y aseguró que hubo “muchos atropellos” de parte del oficialismo tanto en la campaña como en esta jornada de votación.“Tengo la mente positiva de que los resultados van a cambiar, Dios quiera que sí”, manifestó.
1 comentario
Ursula Hübenthal -