WASHINGTON – En los últimos días de noviembre, los altos mandos militares de Israel llamaron al Pentágono para discutir la inteligencia inquietante que fue apareciendo en imágenes de satélite: las tropas sirias parecían estar mezclando productos químicos en dos lugares de almacenamiento, probablemente el mortal gas nervioso sarín , y llenando decenas de bombas de 500 libras- que pueden ser cargadas en los aviones.
Nytimes: En cuestión de horas el presidente Obama fue notificado, y la alarma creció con el fin de semana, de como las municiones fueron cargadas en vehículos cerca de las bases aéreas sirias. En reuniones de información, funcionarios de la administración dijeron que si el presidente de Siria, Bashar al Assad, cada vez más desesperado, ordenó que las armas que se utilizarán, podrían estar en el aire en menos de dos horas – demasiado rápido para que los Estados Unidos puedan actuar, con toda probabilidad.
Lo que siguió después, dijeron las autoridades, fue un espectáculo notable de la cooperación internacional a través de una guerra civil en la que los Estados Unidos, los estados árabes, Rusia y China casi nunca han coincidido en un curso de acción común.
La combinación de una advertencia pública del Sr. Obama y más agudamente los mensajes privados redactados enviados al líder sirio y sus comandantes militares a través de Rusia y otros países, entre ellos Irak, Turquía y Jordania, posiblemente, detuvo la mezcla y la preparación de bombas químicas. Una semana más tarde, el secretario de Defensa Leon E. Panetta dijo que los peores temores habían pasado – por el momento.
Pero existe la preocupación de que Assad podría ahora utilizar las armas producidas en la semana en cualquier momento. Funcionarios estadounidenses y europeos dicen que mientras que una crisis se evitó en esa semana desde finales de noviembre hasta principios de diciembre, no son de ninguna manera garantía de que no vuelva a suceder.
“Creo que los rusos han entendido que esto es lo que podría llevarnos a intervenir en la guerra”, dijo un alto funcionario de Defensa la semana pasada. “¿Qué entiende Assad, y si esa comprensión cambia o si se arrincona en los próximos meses, eso es una incógnita”.
Mientras que las armas químicas se consideran técnicamente un “arma de destrucción masiva” – junto con las armas biológicas y nucleares – de hecho, son difíciles de usar . Si un ataque es eficaz puede depender de los vientos y el terreno. A veces los ataques son difíciles de detectar, incluso después del hecho. Las fuerzas sirias podían emplearlas en un pueblo o en un barrio, algunos funcionarios dicen, y se necesitaría mucho tiempo para que el mundo pudiese saberlo.
Pero el susto de hace un mes ha renovado el debate acerca de si Occidente debe ayudar a la oposición siria a destruir a las fuerzas de aire de Assad, lo que podría inutilizar esas bombas de 500 libras.
Las municiones químicas se encuentran aún en las áreas de almacenamiento que se encuentran cerca o en las bases aéreas sirias, listos para su despliegue a corto plazo, dijeron las autoridades.
La administración Obama y otros gobiernos han dicho muy poco al público acerca de los movimientos de armas químicas, en parte debido a la preocupación por poner en peligro las fuentes de información de inteligencia sobre las actividades de las fuerzas de Assad. Este relato se basa en entrevistas con más de media docena de militares , de inteligencia y diplomáticos, quienes hablaron bajo condición de anonimato debido a la asuntos de inteligencia planteados.
El jefe del servicio de inteligencia exterior de Alemania, el BND, advirtió en una evaluación confidencial el mes pasado de que las armas ahora podrían ser desplegadas de cuatro a seis horas después de que se dieran las órdenes, y que el Sr. Assad tenía un asesor especial a su lado, quien supervisó el control de las armas, la revista alemana Der Spiegel informó. Algunos funcionarios estadounidenses y otros aliados, sin embargo, dijeron en entrevistas que las bombas cargadas con sarín podrían ser cargadas en los aviones en el aire y en menos de dos horas.
“Vamos a decir ahora mismo, sería una cosa relativamente fácil mostrarse rápidamente en la aeronave”, dijo un diplomático occidental.
Como los Estados Unidos e Israel, junto con los estados árabes, responderían, sigue siendo un misterio. Funcionarios estadounidenses y sus aliados han hablado vagamente de haber desarrollado “planes de contingencia” en caso de que decida intervenir en un esfuerzo por neutralizar las armas químicas, una tarea que las estimaciones del Pentágono requeriría al alza de 75.000 soldados. Pero no ha habido signos evidentes de preparativos para cualquier esfuerzo de este tipo.
El ejército de Estados Unidos ha enviado tranquilamente un grupo de trabajo de más de 150 planificadores y otros especialistas a Jordania para ayudar a las fuerzas armadas allí, entre otras cosas, a prepararse para la posibilidad de que en Siria pierda el control de sus armas químicas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, informó que viajó a Jordania en las últimas semanas, y los medios de comunicación israelíes han dicho que el tema de discusión fue cómo hacer frente a las armas sirias si parecía que podían ser transferidas al Líbano, donde Hezbollah podría tener acceso a ellas en la frontera con Israel. Pero los planes, en la medida en que existan, permanecerán secretos.
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