Por Grati Grama El cambio dicen que siempre lleva adherido el miedo. Miedo a lo nuevo, miedo a perder lo que tenemos, ya que lo desconocido no sabemos que nos deparará. Parece como si las personas se sintieran más cómodas en el conservadurismo de continuar con lo tenemos ("Más vale malo conocido que sabio por conocer"...dice el dicho popular!)...Aunque no todo el mundo piensa igual.
En un análisis que hicimos hace ya tiempo, de 4 personas, 1 está por el cambio, 1,5 está totalmente contrario a cambiar y el resto espera a ver los acontecimientos del que lidera la situación, sea estabilidad o sea cambio. Por lo que realmente a favor del cambio está una minoría de las personas.
Pero la vida es un cambio continuo: cada día cambiamos nuestra edad,..Cambian los árboles, el cielo, el tiempo, al climatología, las estaciones, los colores de las hojas, cambian las tendencias, cambian las formas de pensar de la sociedad, se mudan los insectos, se pasan generaciones a generaciones, cambian los gobiernos, cambia la arquitectura, cambian las tecnologías cotidianas...
Todo está en evolución...¿Es natural aferrarse a no cambiar, o precisamente el no vivir con cierta relación esa evolución? , ¿Ese cambio es lo que nos produce ansiedad y miedo?
Los cambios son necesarios para crecer, para adecuarse al devenir del tiempo. Y para ello hacen falta tres actitudes o conductas:
HUMILDAD: Para cambiar hay que identificar claramente que se está haciendo mal. Eso implica una buena dosis de autocrítica sincera. Significa reconocer que alguna cosa decidida en el pasado por uno mismo no ha dado el fruto deseado o bien lo dió pero ha quedado obsoleto.
VALENTIA: Cambiar es trazar un camino en el futuro, es decir imaginar que pasará mañana y dibujar el cambio, el plan. Seguramente será después de analizar las cosas con profundidad, pero no dejará de ser una intención de ir hacia algún lugar y en un tiempo que aún no existe y por lo tanto nadie sabe como será.
PERSEVERANCIA: Porque este dibujo realizado en el espacio virtual del futuro no tiene porque funcionar a la primera. Aunque si uno tiene la convicción de lo que quiere lograr, se puede equivocar en el como todas las veces que su depósito de perseverancia le permita.
Aunque cambiar te renueva,...Siempre he pensado que al final no cambias ni "que" ni "quien", sino que evolucionas en el "como". Hay sentimientos y afinidades que quedan eternamente grabadas en tí o en tu corazón, y la gracia está en como las vas evolucionando. Cuando un mismo quien y un mismo que se conjugan con diferentes "comos" a lo largo de la vida es cuando cogen la grandeza y la dimensión de la eternidad.
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