Detrás de las líneas en Siria..
El Dr. Jonathan Spyer, miembro destacado del centro de estudios GLORIA, acaba de regresar de Siria, donde se reunió con opositores, miembros del Ejército Libre de Siria y residentes locales. Está es su primera entrevista sobre sus experiencias y observaciones.
Barry Rubin: Dr. Spyer, por favor, cuéntenos acerca de su visita a Siria, lo que vio y sus impresiones.
Jonathan Spyer: Bueno, pasé una semana en la provincia de Idleb, viajando a través de varios pueblos. El aspecto más sorprendente es el grado de control de facto que la oposición y el Ejército Libre de Siria (ELS) tienen en esa área. Varias ciudades están, en estos momentos, totalmente bajo su dominio, con puestos de control de carretera del ELS a la entrada y la bandera rebelde flameando por todas partes. Al mismo tiempo, es obvio, por supuesto, que el gobierno tiene todavía redes de inteligencia dentro de las ciudades “liberadas”, y que si es posible las reconquistará posteriormente.
Barry Rubin: Muchos observadores afirman que el régimen de Bashar al-Asad caerá pronto. ¿Qué piensan los activistas de la oposición y cuál es su opinión?
Jonathan Spyer: Muchos de los combatientes y activistas de la oposición con los que hablé parecen estar destruidos por esa actitud. Por un lado, no oí nada del optimismo fácil que uno escuchaba entre algunos analistas, en los primeros meses de la sublevación, describiendo la caída de Bashar como inminente. Los activistas de la oposición entienden que con el apoyo de Irán, Rusia, China y Hezbollah, el régimen puede continuar durante algún tiempo, incluso si está desangrándose en activos y perdiendo recursos humanos hacia el ejército rebelde.
La oposición es muy consciente de su aislamiento internacional en comparación con el régimen, y repite sin cesar su pedido de una zona de amortiguamiento, y la ayuda occidental para armar al ELS.
Al mismo tiempo, viéndolo más ampliamente, los opositores son optimistas de que eventualmente prevalecerán; pero algunos de ellos me dijeron que sin la ayuda internacional para equilibrar y contrabalancear a la coalición internacional que respalda a Asad, la situación podría prolongarse durante meses o incluso años.
Barry Rubin: ¿Qué importancia tienen los islamistas revolucionarios en la oposición? ¿Podría explicar acerca del gran grupo quizás el más grande -, los suníes tradicionales?
Jonathan Spyer: En la provincia de Idleb, donde yo estuve, había una presencia indudable de islamistas salafistas, entre los combatientes del ELS. Pero no eran la mayoría, y ciertamente no había ninguna indicación, en absoluto, de la presencia de combatientes islamistas extranjeros. Estos eran claramente locales. El régimen, por supuesto, tiene mucho interés en decir que la oposición está constituida por al-Qaida. Yo aconsejaría mantenerse escéptico frente a cualquier afirmación hecha por el régimen de Asad.
Sin embargo, la provincia de Idleb es una zona sunita muy religiosa y tradicional. Hay, sin duda, un fuerte elemento sectario en la furia y el odio que la gente tiene hacia el régimen de Asad. La gente subraya que esto no se extiende a los alauitas o chiís sirios ordinarios, pero yo aconsejaría cautela al respecto. Así que no creo que el islamismo salafista esté dominando la rebelión, incluso en lugares muy tradicionales y religiosos como Idleb.
Pero, al mismo tiempo, hay una fuerte motivación religiosa y sectaria entre los rebeldes. Usted no se sorprendería si descubre que el número de humanistas seculares en la provincia de Idleb es más bien pequeño.
Barry Rubin: ¿Cuáles fueron sus observaciones sobre el Ejército Libre de Siria?
Jonathan Spyer: El ELS es realmente un sello para lo que, de hecho, es un gran número de milicias independientes organizadas en torno a caudillos locales. Nadie parece considerar que el teórico liderazgo del ELS en Antioquía, Turquía, es el centro real de la organización. Por el contrario, las milicias operan bajo sus propios intereses y varían en número y calidad de pueblo en pueblo. En Sarmeen, donde yo estuve, por ejemplo, el ELS está comandado por un ex teniente de las fuerzas aerotransportadas de Asad, de 25 años de edad, y da la impresión de ser una fuerza seria.
En términos de armamento, tienen fusiles, ametralladoras pesadas, RPG-7 y morteros. Estas armas tendrían grandes dificultades para enfrentarse a un asalto frontal de la avanzada de blindados rusos de Asad. Muchos hombres del ELS con los que he hablado entienden que serían incapaces de defender las “zonas liberadas” si son atacados con fuerza, y hablan más en términos de una estrategia de guerra de guerrillas a largo plazo para desgastar al régimen.
Barry Rubin: ¿Por qué hay un debate en la oposición sobre si participar o no en la lucha armada?
Jonathan Spyer: Existen voces en la oposición que desde el principio han temido que la lucha armada fuera un escenario en el que los rebeldes no podrían ganar, y que le permitiría a Asad acusarlos de terroristas, Al-Qaida, etcétera. Pero esas voces se escuchan cada vez menos. La mayoría de la gente comprende que, cualquiera que sean los méritos de este argumento, ya es demasiado tarde.
Los habitantes de las zonas insurgentes consideran al ELS como sus protectores, y tienen una lealtad emocional muy clara y evidente hacia el Jaish al-Hurr (Ejército Libre), que no sienten hacia la oposición política, que es más o menos irrelevante.
En cuanto a la lucha armada, entonces, esta cuestión es ahora un hecho. La oposición armada a Asad, es en muchos aspectos el elemento más significativo de la sublevación.
En términos de poder sobre el terreno, cuando las fuerzas del gobierno abandonan un área; las personas que toman las decisiones son los que controlan el elemento armado, por razones obvias. Vale la pena recordar que se trata de Siria. La forma en la que el régimen actual entró en existencia, en primer lugar, es porque hace muchos años el componente militar del partido sirio Baath comenzó a preguntarse por qué tenía que recibir órdenes del elemento político civil, y decidió dejar de hacerlo. Como resultado, los oficiales alauitas Salah Jadid y Hafez al-Assad llegaron a dirigir el país. No estoy tratando de decir en absoluto que el ELS está emergiendo como un contendiente por el poder, sino simplemente que las milicias sobre el terreno, que combaten contra Asad, son un hecho, y no hay duda que no cesarán sus actividades voluntariamente, mientras Asad se mantenga en el poder.
Barry Rubin: Por favor explique por qué la oposición está pidiendo ayuda internacional para crear un “refugio seguro”, y cómo podría funcionar esto.
Jonathan Spyer: La oposición está pidiendo una zona de seguridad (de exclusión o de amortiguamiento) donde los refugiados puedan huir y desde donde el ELS pueda organizarse. Existen precedentes como por ejemplo el norte de Irak en los años noventa, y Libia, recientemente. Esta zona casi seguro implicaría el despliegue de la fuerza aérea occidental, nuevamente, como en Libia, así como un programa de apoyo de Occidente al ELS para transformarlo de una colección de milicias a una fuerza seria.
Por supuesto, es inimaginable que la ONU apruebe esta iniciativa, ya que Rusia, aliada de Asad, lo impedirá. En la actualidad, existe una coalición internacional, de facto, detrás de Asad, que incluye a Irán, Rusia, China y Hezbollah. La cuestión ahora es si esta coalición logrará asegurarse de que Asad mantenga el poder, o si una coalición contraria, dirigida por Occidente ofrecerá su apoyo al ELS y lo ayudará a crear una zona de amortiguamiento, lo que haría más probable la caída del dictador. El futuro de Siria podría depender de la respuesta a esta pregunta.
Barry Rubin es director del Centro Global Research in International Affairs (GLORIA) y editor de la revista Middle East Review of International Affairs (MERIA). Sus último libro: Israel: An Introduction, ha sido publicado recientemente por Yale University Press.
El sitio web de GLORIA es:
http://www.gloria-center.org
y de su blog Rubin Reports es: www.rubinreports.blogspot.com
0 comentarios