Al PSOE se le rebela el régimen andaluz: ¡Qué poquito os queda!....
CONGRESO DEL PSOE
Antonio Castro 04/02/2012 (12:29h)
A primera hora de la mañana la Policía ya había bloqueado una avenida de acceso al hotel Renacimiento. Los delegados se dirigían a la sede del congreso en una especie de procesión silenciosa, miraban de reojo con sus bolsas corporativas color granate, y se agolpaban a las puertas del hotel mirando sin saber si aquellos que protestaban eran los suyos o habían dejado de serlo. Un numeroso grupo de funcionarios de la Junta pitaba, tocaba tambores… Y junto a ellos, pancartas de trabajadores de Canal Sur, contra los recortes y despidos en la cadena pública andaluza. Todo apunta a que eso que algunos llaman Régimen se descompone o, al menos, así es si así os parece.
“¡Qué poquito os queda”! Los funcionarios seguían mostraron una variedad de eslóganes que para sí quisiera el director de campaña de Carmen Chacón. Esperaban la llegada de José Antonio Griñán para pitarle un poco, y por si acaso iba camuflado en cualquier vehículo anónimo, increpaban a autobuses y coches oscuros. ¡”Os habéis esnifao el dinero de los paraos”! Mal asunto. El escándalo de los ERE, a las puertas del congreso, ¡”ere, ere, ere, Andalucía nos os quiere”! Los delegados seguían con su hilera camino del congreso, con sus credenciales colgadas como escapularios de quienes buscan el milagro de la resurrección, y había en ellos una mirada entre triste y melancólica. Muchos de aquellos manifestantes pudieron votar al PSOE en su momento, habían sido la espina dorsal del poder andaluza, la estructura de la Junta, y hoy se podía aventurar que muchos de ellos han oficiado de “traidores” pasándole papeles a la oposición de Arenas para que derrumbe al PSOE. ¡”tumba, tumba, tumba, esto se derrumba”!
Saltan los teléfonos en la madrugada entre la guerra sucia
La jornada empezó caliente a pesar de la gélida mañana con que Sevilla despertó a los delegados y jet socialista. La tensión se podía palpar en el ambiente, la noche y madrugada sirvió para atizar los teléfonos regateando los últimos apoyos para las candidaturas, y la guerra sucia parecía haberse instalado en el corazón del partido. Un grupo de delegados, desayunando, comentaba, así, como quien no quiere la cosa, que Pepe Blanco tenía un problema pendiente con la Justicia, hablaban de su chalé en Galicia. Pero a qué viene acordarse ahora de Blanco, que en este congreso ha pasado confundido con los empleados del hotel… Es el veneno que discurre por las terminales del partido. En la reunión de la ponencia municipalista, los alcaldes recriminan al partido, ¿quién es el partido?, que se haya olvidado de la financiación municipal, y los alcaldes de los pueblos dicen que en el documento base se habla de ciudades y en España hay más de dos mil municipios que tienen menos de veinte mil habitantes. La mesa de la ponencia saca pecho municipal diciendo que un tercio del poder local en España es del PSOE. Pero, claro, si se presume de un tercio…
Francisco Toscano, alcalde de Dos Hermanas, el mayor enclave municipal del PSOE, y presidente de la FAMP, levanta la mano y habla. Toscano se muestra moderado, pero durante toda la noche ha estado encendiendo la mecha de la discordia contra Griñán y los chaconistas. Dice que el presidente del congreso ha engañado a los delegados andaluces porque dijo que iba a ser neutral pero hizo trampas.
Mientras tanto, las estrellas de la jornada entran por la alfombra púrpura del Congreso como si fueran a recibir un premio Goya. Carmen Alborch, Leire Pajín, Susana Díaz… Todas están encantadas de haberse conocido y auguran lo mejor en este congreso. Marcelino Iglesias sigue expuesto mirando en círculo sin mover los ojos, y Griñán, ¿cómo ha entrado Giñán?, sigue anunciando que el congreso terminará con un PSOE más unido. La moneda está en el aire y el primer en hablar será Rubalcaba...
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