El riesgo de España puede subir todavía un 40% más y no será culpa de la crisis de Grecia..
El primer gran problema de la deuda española, y periférica, pero nos centraremos en lo que nos importa, es que no la quieren los inversores institucionales porque el precio y rentabilidad no concuerda con el riesgo.
Si miramos las cifras oficiales, la deuda parece bien colocada entre residentes y no-residentes (62%-38%). El Tesoro se vanagloria de que un 38% de la deuda soberana se coloca “entre inversores no residentes”, sin embargo esa cifra esconde que la inmensa mayoría son bancos centrales europeos, que se hacen el favor unos a otros en la orgia de deuda publica de la UE, y las entidades colocadores de la deuda. Léanse el BOE 49 26/2/2002. Cada una de las entidades colocadoras tiene obligación de comprar un 3% de cada emisión al precio exigido por el Tesoro, y son 22 entidades. Es decir, el 66% de las emisiones se las zampan los propios colocadores, que aceptan el papelón para continuar recibiendo comisión por colocación. Muy activos comprando son los bancos centrales europeos, las administraciones publicas y la Seguridad Social, que puede acudir al mercado primario y tiene atiborrado su fondo de reserva, hasta el 80%, con bonos del Estado. O sea, que casi un 45% de la deuda la compramos nosotros mismos.
El jueves pasado, no hubo ni una orden de cliente final, según me informan varios bancos. Así desde Julio. Y en 2012, €150.000 millones más a refinanciar. Por eso es esencial atraer capital y dejar de colocar esta deuda de manera falsa entre el BCE, entidades públicas, la Seguridad Social y los bancos colocadores. Hay que demostrar que esa inversión es atractiva para el capital extranjero institucional. Y eso solo se consigue recuperando la confianza en las cuentas públicas, compromiso de re-pago, dando transparencia y dejando que el inversor perciba que el interés de esa deuda es correcto, no manipulado.
Pero lo que nadie comenta, es que la razón fundamental de la subida de los CDS no es el nivel de deuda absoluta, que tanto les gusta repetir religiosamente a los políticos, sino la aceleración del gasto y el deterioro de la caja.
La otra razón por la que los seguros de impago no bajan es por las enormes necesidades de refinanciación. Entre 2011 y 2015, los gobiernos europeos deben refinanciar €5.9 billones y las empresas europeas €1 billones, todo mientras el PIB se estanca y el gasto no baja sustancialmente. Italia, sobre todo, la Republica Checa y España son los mayores riesgos.
Parece normal que los inversores en bonos vayan a continuar exigiendo una prima sobre el bono alemán de un mínimo de 150 puntos básicos creciendo hasta 400 si no se frena en seco el deterioro de la cuenta de resultados de Europa SA. Teniendo en cuenta que, analizando los programas políticos de nuestros partidos, todos menos uno, el PP de Rajoy, tienen como objetivo mantener o incrementar el déficit actual, en algunos casos aumentarlo hasta un 2%, la prima de riesgo corre el riesgo de subir hasta un 40% ante un escenario en el que la oferta de deuda en el mercado supera en mucho a las posibilidades de los inversores de comprarla. España no puede esperar reducir su prima de riesgo cuando sus necesidades de refinanciación acaparan el 8% de la oferta europea en 2012, porque es un peso simplemente imposible de asumir por los inversores.
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