Reuniones de ETA con Al Qaeda
Reuniones de ETA con Al Qaeda
2005-01-05
- ¿ETA está conectada con el terrorismo islámico?
- Parece evidente que sí y que los servicios de información tienen noticia de ello.
Cuesta entender por qué Estrella no pidió comparecer en la Comisión que investiga los crímenes de marzo para contar a sus señorías lo que a su juicio “parece evidente”. No sabemos si mantiene lo dicho en el 2001, lo que no podrá es negar que lo dijo; en cualquier caso, la entrevista con el portavoz socialista se enmarca dentro de una amplísima información donde se insiste en lo que para el diputado del PSOE resulta -¿resultaba?- “evidente”.
Hoy a muchos no les conviene recordarlo, pero en el otoño de 2001, Ahmad Rafat informó en la revista Tiempo de que en tres ocasiones –en diciembre de 2000 en Bruselas, en febrero de 2001 en Málaga, y en julio de 2001 en Barcelona- ETA se entrevistó con terroristas islámicos para valorar una posible colaboración. Según Rafat, los etarras querían contar con los servicios de kamikazes árabes capaces de llegar a donde ellos no podían llegar. No deja de sorprender que después de la matanza de Madrid haya pasado inadvertido el trabajo de Ahmad Rafat. Por su interés -sin entrar a valorarlo y sin añadir ni quitar una coma- lo reproducimos íntegramente:
“Querían provocar una masacre en la cumbre de la Unión Europea durante la Presidencia española. ETA prepararía el plan y los terroristas islámicos conducirían cinco coches-bomba kamikazes. Esa fue una de las propuestas que hicieron representantes de ETA a los emisarios de Bin Laden, con los que se han reunido tres veces en el último año. Saad al Afghani y Mohamed Atta, destacados agentes de Bin Laden –el último muerto durante los ataques a las Torres gemelas- estuvieron en las reuniones. Esta es la historia secreta de los tres encuentros.”
Bruselas, Diciembre de 2000
En una cafetería cerca de la estación de tren, tres vascos, que se presentaron como Mikel, Iñaki y Carmen, esperan pacientemente. El primero es Mikel Albizu, alias Antza, responsable político de ETA. Poco después llega Nizar, un joven tunecino de unos 30 años. Un rápido intercambio de saludos y aparece el primer problema: el argelino dice que la mujer del grupo, Carmen, no puede participar en la reunión. Las protestas de la muchacha –morena, delgada y con un metro sesenta de altura- no sirven de nada, el argelino se mantiene firme. La reunión tiene lugar al día siguiente, a la misma hora, pero en otra cafetería, en Charlroi, barrio residencial en la periferia de la capital belga. Según fuentes de la inteligencia de un país de Oriente Medio, esta vez Mikel Antza e Iñaki -los dos de pelo oscuro y estatura media, aunque el primero con gafas- llegan solos. Un saludo, dos cafés y una cerveza, y los tres se dirigen a pie hacia un apartamento a 500 metros del lugar del encuentro. Se meten en el ascensor y desaparecen.
En la casa les espera un grupo de árabes, todos norteafricanos. Uno de ellos, que parece el jefe, se presenta con el nombre de Tariq. Podría ser Tariq Maaroufi, tunecino con ciudadanía belga. Maaroufi, es el ideólogo del Grupo Salafida para la Predicción y el Combate, fundado por Hasan Jatib. Pocas semanas después de este encuentro, la policía italiana emite una orden de captura internacional contra él por haber proyectado un atentado contra la Embajada de Estados Unidos en Roma. Atentado que quedó sólo en proyecto porque el grupo integrista que lo iba a llevar a cabo fue detenido.
En la reunión participa también Saad ad Afghani, un ex dirigente del argelino Grupo Islámico Armado (GIA), actualmente al servicio de Osama Bin Laden. Tras la firma de la tregua entre el GIA y las autoridades argelinas, varios miembros de este grupo ingresaron en el Frente Islámico Internacional para la Lucha contra los Hebreos y Cruzados, fundado en 1998 por Bin Laden. También forma parte de este frente el Grupo Salafida para la Predicción y el Combate. Saad al Afghani es un viejo conocido de ETA. En el verano de 1994, acompañó a Imad Mughnieh a Malabo, en Guinea, para mantener una reunión de alto nivel entre miembros del grupo libanés Hezbollah y los terroristas vascos (ver “Tiempo” de 26 de agosto de 1996). Imad Mughnieh, presuntamente implicado en los atentados de Manhattan y Washington, está en las listas de todos los servicios secretos occidentales. Este genio militar ha dirigido durante años grupos de Hezbollah y se le considera inductor de varios atentados contra estadounidenses en Beirut. El Frente Islámico Internacional para la Lucha contra los Hebreos y los Cruzados, de Osama Bin Laden, tras haber logrado el apoyo de los grupos terroristas árabes e islámicos con más poder, decidió a finales de 1999 mantener contactos también con los infieles. El objetivo de esta alianza con grupos no islámicos era extender su acción a Europa Occidental, donde hasta ahora, por razones desconocidas, el grupo nunca ha logrado cometer atentados, a pesar de contar con apoyos en al menos diez países.
La reunión en Bruselas entre los representantes de Bin Laden y los de ETA sirvió, según afirman fuentes de Oriente Próximo, para estudiar las posibilidades reales de colaboración. ETA no sacó una buena impresión del primer encuentro. Les molestó, sobre todo el carácter demasiado religioso de sus interlocutores y sus continuas referencias a valores islámicos. Eso fue lo que declaró uno de los presentes, que después abandonó el grupo de Bin Laden para colaborar con los servicios secretos de un país de Oriente Medio. Saad al Afghani explicó a la central de la organización el encuentro con ETA y la reacción de los vascos. Entonces se decidió que mantendrían más contactos, pero con especial cuidado en las formas –con menos referencias a la religión- para evitar un resultado como el obtenido en Bruselas.
Málaga, Febrero de 2001
Mohamed Bensakhria, argelino, se encuentra desde hace algunas semanas en España. La policía alemana, siguiendo las indicaciones del fiscal italiano Stefano Dambrouso, intentó capturarle en Hamburgo. Mohamed, que trabaja en Alemania como representante comercial, va por la calle con chaqueta, corbata y con la barba recortada. Pero no se dedica a las relaciones públicas sino que es la mente militar del grupo de Osama Bin Laden. Al menos así lo consideraban los investigadores europeos hasta que fue detenido en Alicante el pasado 22 de junio. Para el fiscal Dambrouso, uno de los máximos expertos sobre terrorismo islámico, Mohamed Bensakhria ocupa un puesto de relevancia en la organización de Bin Laden.
La presencia de Bensakhria en España es una buena ocasión para que el grupo islámico retome el diálogo con ETA. Se organiza un encuentro en Málaga, utilizando siempre la buena mano de otro argelino, Saad Al Afghani. En esta ocasión también se presenta en la ciudad andaluza Mohamed Atta, uno de los colaboradores de Bensakhria cuando vivían en Hamburgo. Mohamed Atta, hijo de un abogado egipcio, licenciado en Urbanismo por la Universidad Técnica de Hamburgo, domina el inglés y el alemán. Según Mohamed Bensakhria, sus modales occidentales pueden garantizar el éxito de la reunión con ETA.
Los servicios secretos árabe e israelí no conocen la reunión. No hay información sobre el lugar exacto donde se celebra. Sólo se sabe que, al contrario que en la de Bruselas, llega a buen puerto. Mohamed Atta se encargará de mantener el contacto con el grupo terrorista español. En el encuentro se habló de los objetivos de interés común que podrían tener los dos grupos para una futura colaboración.
Los objetivos comunes identificados por los terroristas islámicos y por los etarras parecen ser, según fuentes norteamericanas e israelíes, algunas instituciones europeas consideradas símbolo de occidente. Se habla de atentados contra las sedes del Parlamento Europeo, en Estrasburgo, y de la OTAN, en Bruselas. Al parecer, todo está ya preparado. Una fuente de Oriente Medio sostiene que los terroristas de Bin Laden se ofrecieron para ejecutar los ataques y pidieron a ETA apoyo logístico: reconocer la zona, buscar los fallos de seguridad y conseguir el explosivo necesario.
Los últimos registros y detenciones en varias ciudades europeas y en Canadá han revelado que los planes para realizar estos atentados estaban ya muy avanzados. Los terroristas islámicos disponían de mapas e información sobre los dos edificios. Una pequeña curiosidad que no se les escapó a los investigadores era que las informaciones estaban redactadas en inglés, pero por españoles o franceses, puesto que utilizaban las siglas OTAN y no NATO, como corresponde a las siglas inglesas. Un error que, según los investigadores europeos, es una pista sobre una posible alianza entre ETA y los terroristas islámicos.
Barcelona, Julio de 2001
Hace algo más de un mes la Policía española detuvo en Alicante a Mohamed Bensakhria. La red europea del Frente Islámico Internacional para la lucha contra los Hebreos y los Cruzados ha perdido a su mente militar y organizativa. Mientras tanto, a Mohamed Atta, su discípulo lo envían a Venice, Florida, para tomar parte en un curso de entrenamiento para pilotos de avión. Las células españolas, tras la detención de Bensakhria, se sienten desmoralizadas y perdidas. La organización decide enviar a Atta, que durante su último viaje a España ha conocido a los responsables de la red en la Costa del Sol y en Levante, para animar a sus hermanos. Atta llega al aeropuerto de Barajas en un vuelo de American Airlines procedente de Miami. Tiene reservado un Hunday de la compañía Sixt. Desde allí se marcha a Barcelona, donde le espera un tal Sidi Moumen al Shahiri. Los dos tienen una cita con un hombre de ETA en la calle Ample. Se encuentran en una cafetería. A la salida se pierden por el barrio gótico. Un agente israelí que seguía a Atta desde Madrid les pierde la pista. No se recupera su rastro hasta dos días después, cuando se le ve en Alicante acompañado por un kurdo, posiblemente un miembro del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), de Abdallah Ocalan. También se le ve en Salou, donde Atta pasa los últimos tres días de su estancia en España antes de volver a Estados Unidos el 19 de julio. Atta duerme en el hotel Montsant, de Salou, donde se registra con su nombre verdadero y paga con tarjeta Visa de un banco británico. Ya no volvería jamás a pisar suelo español. Según los datos del FBI, fue uno de los pilotos kamikazes que estrelló su avión contra las Torres Gemelas. En este tercer encuentro son los etarras los que proponen una acción conjunta. Atacar la cumbre de la Unión Europea durante el semestre de Presidencia española. Es el sueño de los terroristas vascos. Ellos organizarían todo, mientras que cinco terroristas islámicos serían los conductores kamikazes de los coches-bomba. Para esta operación, ETA también se puso en contacto con el grupo libanés Hezbollah y con el palestino Hamas. Con las severas medidas de seguridad de una cumbre europea sólo funcionaría una acción kamikaze. ETA tiene los coches y el explosivo, pero faltan hombres para conducirlos hacia la muerte. Un kamikaze no necesita preparación militar sino una fe ciega capaz de anular su personalidad. El Frente Islámico Internacional para la Lucha contra los Hebreos y los Cruzados, Hezbollah y Hamas tienen una larga lista de espera de jóvenes dispuestos a sacrificar su vida –y la de los demás- por Alá, y por un lugar en el paraíso. Las relaciones entre el terrorismo de ETA y el árabe-islámico no son nuevas.
Primeros contactos. Comienzos de los años 70
Los tres encuentros narrados son el último capítulo de una relación que comenzó hace casi 25 años. Los primeros contactos tuvieron lugar en los años 70. Entonces ETA había establecido relaciones con el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), del médico cristiano George Habbash. Relaciones que permitieron a los etarras entrenar en los campos de la entonces República Democrática de Yemen del Sur. Decenas de etarras fueron allí, entre ellos algunos de los representantes de los abertzales en las instituciones del País Vasco. Una generación de etarras se ha formado en los campos de entrenamiento de Abu Saiid, a unos 70 kilómetros de de Aden, capital del Yemen marxista. La presencia en Argelia de una parte de la cúpula etarra, entre ellos Eugenio Etxebeste, Antxon, ha permitido nuevos contactos. Los etarras vivían a 25 kilómetros de Argel, en un complejo residencial conocido como Club des Pins. En esta área, super protegida por las fuerzas de seguridad argelinas, se resguardaban todos los llamados movimientos de liberación nacional. Entre las relaciones establecidas durante este periodo merece una referencia especial la establecida con Fatah-Consejo Revolucionario, grupo terrorista palestino dirigido por Sabri al Banna, alias Abu Nidal. A este grupo -especializado en atentados con dinamita y secuestro de aviones- perteneció el conocido terrorista venezolano Carlos, actualmente detenido en Francia. Hoy en día, los altos dirigentes de Fatah-Consejo Revolucionario se encuentran en Bagdad, protegidos por Saddam Hussein.
Por último. Lo que pueden leer a continuación son tres informaciones –menos novedosas- que también se publicaron en octubre de 2001 en la revista Tiempo.
Armas. ETA recibe material de guerra de Hamas
Las relaciones de ETA con Hezbollah permitieron a la banda terrorista establecer conversaciones con el grupo palestino Hamas. “Tiempo” desveló el pasado mes de marzo la conexión existente entre los dos grupos terroristas. La dirección etarra habría recibido material de guerra de Hamas a cambio de dinamita robada en Francia.
Según un informe del MI-6 Británico
ETA entrena con Hezbollah: En el documento número 716, el servicio secreto británico, el MI-6, habla del paso de etarras por dos campos de entrenamiento de Hezbollah, en el Valle de Beekaa, en Líbano: Deir Ghazal, dirigido por Abu Zienab, y Deir Zinoun, dirigido por Ahmad Zahedi. La conexión ETA y Hezbollah corría a cargo del francés Dessange, de Iparretarak. Las relaciones aún se mantienen.
Conversaciones con diputados españoles
El Pentágono conoce el poder nuclear de Bin Laden: A finales de enero de este mismo año, tres parlamentarios españoles, miembros del Comité de Seguridad y Defensa de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, visitaron el Pentágono. El socialista Rafael Estrella y los “populares” Alejandro Muñoz Alonso y Manuel Atencia asistieron a varios encuentros en los que se explicó la visión norteamericana de la política de seguridad. Los estadounidenses defendieron ante los españoles la “necesidad” del “escudo antimisiles” reclamado por Bush. “Lo más llamativo –recuerda Atencia- fue que entre los riesgos para el mundo occidental, ellos señalaron a países que tienen armas nucleares o que podían desarrollarlas. En ese contexto también hablaron de Bin Laden. Me llamó la atención que lo pusieran al mismo nivel que lo que se conoce como países “gamberros (rogue states)” “Tiempo” publicó en exclusiva la semana pasada que el magnate terrorista Bin Laden ha comprado en Ucrania tres pequeños artefactos nucleares al precio de cinco millones de dólares cada uno. Los miniartefactos nucleares conocidos con las siglas “RA 115” y “RA 116”, fueron construidos en la Unión Soviética. Rafael Estrella, presidente de este comité, explica que aquella visita a estados Unidos, que duró cuatro días, fue el primer encuentro con la nueva Administración norteamericana. Mientras el equipo del ex presidente norteamericano Bill Clinton consideraba necesario hacer más estudios antes de crear el “escudo antimisiles”, el equipo de Bush lo consideraba prioritario. “Insistieron en hablar de los “Estados gamberros” que podían tener misiles de largo alcance que podrían vulnerar el territorio de Estados Unidos”, dijo Estrella.
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