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Roberto Centeno :Expectativas sombrías para el año 2.011.

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Mateo Mathaus -

¿Qué hay que hacer? El decálogo para la estabilidad financiera y el crecimiento
10 ene 2011 • Equipo de Estrategia, Saxo Bank
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Perspectivas anuales 2011Si bien prevemos que lo más probable es que continúe la recuperación relativamente débil en 2011 en las principales economías, nos preocupa que esta recuperación siga cimentándose sobre unas bases muy poco saludables: una deuda pública inmensa y un sustento artificial suministrado por las imprentas de los bancos centrales y las argucias contables. A continuación presentamos el decálogo con los diez pasos necesarios para que las principales economías desarrolladas recuperen una senda saludable. Y sí, somos perfectamente conscientes de que estos pasos no se van a cumplir, pero incluso un movimiento en esa dirección general al comenzar el año sería una gran victoria para la economía y un signo fantástico de que la cordura comienza a abrirse paso en los planteamientos de las autoridades.

* Todos los activos bancarios deben valorarse a precios de mercado. Si algunos activos no tienen liquidez, una décima parte de la posición debería venderse en el mercado y el precio resultante debería emplearse para contabilizar el resto de la posición a valor de mercado en los balances. Este paso ayudará a recuperar la confianza en el sistema financiero.
* Los bancos que al valorarse a precios de mercado resultaran ser insolventes deberían liquidarse a través de un proceso concursal clásico. En el caso de que fueran demasiado grandes para caer, deberían ser nacionalizados para posteriormente amortizar todas las participaciones de los accionistas, dejar que los titulares de bonos se anoten pérdidas, convertir los bonos en acciones y después reflotar el banco con nuevas acciones. Si este último paso no es suficiente, los titulares de depósitos deberían asumir pérdidas y su dinero se debería convertir en acciones. Este paso ayudará a reducir el riesgo moral y hará que los especuladores imprudentes respondan de sus actos, en lugar de obligar a que lo hagan los contribuyentes.
* Deberían eliminarse todas las garantías gubernamentales a favor del sector financiero. Esto incluye los seguros de depósitos y las emisiones de bonos. Conviene dejar muy claro que cualquier banco que incurra en impagos se las tendrá que arreglar por sí mismo. Ningún banco debería ser “demasiado grande para caer” y todos los bancos deberían estar sujetos a la dura disciplina del mercado (interbancario).
* El consejo de administración de los bancos debería responder personalmente si el banco que gestiona resulta ser insolvente (como ocurría con los antiguos partnerships en el sector financiero). Este paso hará que los consejos de administración actúen con mayor responsabilidad y eviten riesgos.
* Todos los presupuestos estatales deberían equilibrarse inmediatamente como mínimo a base de recortes en el gasto. Aunque no sea precisamente agradable, debería realizarse para estabilizar los mercados de deuda pública. Los recortes deberían concentrarse en las prestaciones sociales y los sistemas de pensiones, que están extremadamente infradotados y no son nada realistas respecto de la futura base fiscal. Ese paso ayudará a reducir los costes crediticios de los gobiernos y permitirá que sean asumibles.
* Los gobiernos deberían realizar recortes fiscales (especialmente en los impuestos sobre la renta y las plusvalías) drásticos a dos años vista. Este paso permitirá hacer llegar capital a las pequeñas y medianas empresas, que generan la mayor parte del crecimiento del PIB y los puestos de trabajo. Asimismo, hará que sea más atractivo trabajar que recibir subsidios.
* Los bancos centrales deberían endurecer las políticas monetarias para estimular el ahorro y desalentar la financiación mediante deuda. Esto ayudará a despejar el mercado para el ahorro y la inversión.
* Los gastos por intereses no deberían ser deducibles fiscalmente, para no fomentar el exceso de financiación a través del crédito.
* Cualquier deflación resultante debería ser una buena noticia, al constituir una forma de obtener productos más baratos y restaurar la competitividad de las exportaciones.
* También se debería permitir la bajada de salarios, porque los costes laborales unitarios (ajustados por PPA) son demasiado elevados en el mundo occidental.