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Y ZP tocando el violón en la cubierta del Titanic

Federico Quevedo

Y ZP tocando el violón en la cubierta del Titanic

BIOGRAFÍA

Federico Quevedo, nacido en Hamburgo (Alemania) en 1961, licenciado en Ciencias de la Información, está casado y tiene 4 hijos. Quevedo ha realizado su carrera profesional en medios como Radiocadena Española, Antena 3 Radio, Europa Press, La Gaceta de los Negocios, Actualidad Económica... Además es colaborador de Telemadrid, Popular TV, 'La Mañana' y 'La Linterna' de La Cope y 'El Gato al Agua' en Intereconomía. Autor de los libros 'Pasión por la Libertad' sobre el pensamiento político del ex presidente Adolfo Suárez, y 'El Negocio del Poder' junto al periodista Daniel Forcada.

Federico Quevedo - 29/04/2010

Hace tiempo que algunos venimos alertando de que la crisis que atraviesa nuestro país va más allá de lo meramente económico, y que tiene una derivada político-institucional muy importante. Pues bien, salvo algunos entusiastas de esos a los que es imposible convencer hasta de lo más evidente, la inmensa mayoría ya es consciente de esta realidad.

 

El fruto de esa política lo estamos recogiendo estos días con hechos de una gravedad sin precedentes

La crisis político-institucional la arrastramos desde la pasada legislatura, y de esa crisis es únicamente responsable quien permitió y fomentó las amenazas al Estado de Derecho desde el nacionalismo catalán impulsando un estatuto de autonomía cuya naturaleza, al margen de la Constitución, se demuestra hoy en toda su amplitud. Quien proyectó y aprobó una Ley de Memoria Histórica que ha servido para dar un inmenso paso atrás en el camino recorrido en la Transición y volver a los tiempos del revanchismo y el enfrentamiento de las dos españas del poeta; quien en lugar de buscar el consenso social en asuntos delicados como el aborto y la reforma del Código Civil para incluir el matrimonio gay optó por la radicalidad; quien aunque después ha rectificado su política antiterrorista, entonces provocó una ruptura gravísima del consenso en esta materia para negociar con ETA a espaldas del Parlamento y de la ciudadanía, y hoy todavía sufre las consecuencias de esa política en el caso Faisán. Quien rehusó buscar el acuerdo para renovar el TC y en lugar de eso modificó la ley a su antojo para alargar el mandato de su actual presidenta; quien derogó leyes orgánicas imprescindibles para dotar al Estado de competencias necesarias en asuntos polémicos como el agua o la educación, condenando a las Comunidades Autónomas a un permanente enfrentamiento… Y así un largo etcétera que seguramente ustedes son capaces de llenar, sino hasta el infinito, casi.

 

El fruto de esa política lo estamos recogiendo estos días con hechos de una gravedad sin precedentes: nunca se había producido un acoso tan brutal al Poder Judicial, nunca -al menos desde los inicios de la Transición- se había vuelto a dividir al país -o a una parte- en dos bandos, y nunca había sido tan difícil buscar el consenso de los dos grandes partidos para reformar estatutos de autonomía como ha ocurrido con el de Castilla-La Mancha por culpa de la guerra del agua. El país dividido, enfrentado y las instituciones acosadas por una izquierda y un nacionalismo levantados en pie de guerra.

 

ZP se queda sin agenda

 

El panorama no puede ser más pavoroso, pero todavía tendría un pase si además a todo esto no hubiera que añadir una profunda crisis económica que el martes se presentaba en toda su crudeza con el peor dato de desempleo que podíamos imaginar: cuatro millones seiscientos mil parados, el 20,05% de una población activa que, además, sigue disminuyendo. Lejos de recortar nuestro déficit público -como había prometido el Gobierno- éste ha crecido hasta el 15% del PIB -y eso que ha subido algo la recaudación por IVA-, y los mercados financieros han perdido la poca confianza que tenían en la economía española, lo que ha provocado un encarecimiento de nuestra deuda a la que ayer mismo rebajaba su calificación Standard & Poor's provocando un nuevo desplome del Ibex. Y todavía veremos cómo el riesgo-país sigue aumentando en los próximos meses a medida que al Reino de España le resulte más difícil afrontar sus compromisos de pago y el déficit siga aumentando en lugar de recortarse porque el Gobierno es inútil, no puede hacer frente a la situación y el margen de maniobra es cada vez más estrecho: Rodríguez se ha quedado sin hueco en la agenda para poder adoptar reformas. Lo que no hizo cuando tenía que hacerlo, ya no puede hacerlo ahora.

 

Si el presidente ha optado por esconderse y no es capaz de afrontar ninguno de los problemas que tiene en esos momentos el país, ¿qué van a hacer los ministros, sino mirar para otro lado y esperar a que escampe?

(“El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado”, esto ya lo decía Marco Tulio Cicerón en el año 55 antes de Cristo, un mensaje sencillo y claro, directo al corazón del problema, y ya ven que poco caso se le hace).

El Gobierno no está ni se le espera

 

¿Dónde está el Gobierno? Es la pregunta que se hacen miles de ciudadanos estos días en la calle. ¿Dónde está el Gobierno, más allá de aparecer en algún que otro acto subversivo de apoyo al juez Garzón? No hay Gobierno, los ministros ni están ni se les espera. Es como si viendo cómo la casa se cae a pedazos hubieran decidido poner pies en polvorosa. Si el presidente ha optado por esconderse, no es capaz de afrontar ninguno de los problemas que tiene en esos momentos el país, no ejerce su liderazgo -porque ya no lo tiene, entre otras cosas- y no puede ni siquiera mostrar la entereza y la firmeza necesarias para defender los fundamentos mismos del Estado de Derecho y mucho menos para adoptar decisiones necesarias aunque dolorosas para encarrilar la salida de la crisis, ¿qué van a hacer los ministros, sino mirar para otro lado y esperar a que escampe?

Hace tan solo unos meses, en septiembre del año pasado, Mariano Rajoy le ofreció en el Pleno del Congreso un pacto para reducir drásticamente el gasto público, pacto que Rodríguez rechazó. Después se sacó de la manga el Pacto de Zurbano como la gran apuesta para salir de la crisis, y ya saben ustedes en qué ha quedado. Lo cierto es que, como le advirtió el propio Rajoy tan lejos como la semana pasada, a Rodríguez ya no le queda tiempo ni para rectificar ni para hacer lo que hay que hacer, de tal modo que a día de hoy se ha convertido en el único responsable de lo que le pueda pasar a este país. Y lo que le pasa a este país -la acertada comparación se la tomo prestada a mi amigo Alfonso Nasarre- es que, como en la película Titanic, el barco ha chocado ya con un iceberg y se hunde irremediablemente, pero al igual que la orquesta del Titanic seguía tocando en la cubierta como si nada ocurriera, Rodríguez ha empuñado el violón con la misma cansina y repetida melodía: “Ya estamos saliendo de la crisis”. Qué falso.

 

Zapatero en su País de las Maravillas

 

No puede haber nada peor que un loco al frente de una nave como esta, circulando en dirección contraria al resto del mundo, dispuesto a provocar un accidente de consecuencias catastróficas antes de reconocerse incapaz y dejar el mando en otras manos

Desolador. No se me ocurre otra expresión para calificar este estado de cosas. Y el responsable de que todo esto sea así, sigue empeñado en hacernos creer que todo esto es pasajero y que realmente estamos ya a punto de superarlo, algo que no se cree ni un solo organismo nacional e internacional que no dependa del Gobierno. Es como si siguiera inmerso en su propio sueño, en su País de las Maravillas en el que ya nadie cree. O está loco, o está loco. No cabe otra opción. Y no puede haber nada peor que un loco al frente de una nave como esta, circulando en dirección contraria al resto del mundo, dispuesto a provocar un accidente de consecuencias catastróficas antes de reconocerse incapaz y dejar el mando en otras manos. En el mundo anglosajón este tipo de situaciones pueden acarrear la impugnación del presidente y su inhabilitación para volver a ocupar altos cargos, es el llamado Impeachment que no tiene nada que ver con la moción de censura, pues se trata de un ‘juicio’ legal hecho al presidente por los congresistas, sin que ese acto implique la elección de su sustituto. Quizá la lección que estamos aprendiendo debería llevarnos a plantear soluciones parecidas de cara al futuro aunque eso requiera reformar la Constitución.

 

En Europa no se entiende lo que está pasando en España. “Es incomprensible que un país como España se esté alejando de la Unión del modo en que lo está haciendo”, le decía hace unos días el embajador de uno de los países grandes a un buen amigo mío. “No es solo la crisis económica, que la estamos sufriendo todos, es la manera en que estáis cuestionando elementos esenciales de una democracia, como la separación de poderes y la independencia del Poder Judicial”, añadía. La imagen que ofrecemos cara afuera, el escaparate, es un conjunto en el que se observa tanto la incapacidad del Gobierno para hacer frente a una crisis que no parece haber tocado fondo como la permisividad de ese mismo Gobierno ante la campaña de acoso institucional, cuando no la impresión de que es el propio Gobierno el que alienta esas campañas y el que parece resignado frente a la crisis. La conclusión del embajador no puede ser más demoledora: “La confianza en un país se fundamenta en la estructura garantista de su Estado de Derecho, y da la sensación de que España está destruyendo esa estructura garantista condenando a sus ciudadanos, empresas e instituciones a una inseguridad jurídica propia de regímenes poco fiables, y así España no puede caminar al mismo paso que el resto de Europa, y lo que le está pidiendo Europa es que cambie el paso, y si no lo cambia en el futuro no muy lejano lo que le puede pedir es que abandone el club”. Más claro, agua.

 

http://twitter.com/Federicoquevedo y también en http://www.facebook.com/

 

2 comentarios

Roubini -

Professor Nouriel Roubini says financial aid will not solve Greece and Spain's real problems..



http://www.globes.co.il/serveen/globes/docview.asp?did=1000555811

FARO DE VIGO -

LA ORQUESTA ESPAÑOLA DEL TITANIC


http://www.farodevigo.es/opinion/2010/04/29/orquesta-espanola-titanic/433930.html